Con más de 30 años de vida y con miles de clientes fidelizados en su célebre local, se trata de uno de los bares gastronómicos de mayor calidad en Gran Canaria. Y es que en el bar Imperial II sólo pasan grandes cosas. Y eso es producto de su sabrosa cocina de corte clásico y especializada en asados, donde las costillas, el cordero, el codillo asado o el cochinillo segoviano hacen las delicias de los comensales. El icónico establecimiento pasó a estar gestionado por Adal Santana, del restaurante El Pote, tras la jubilación de José Barros, su fundador y alma máter. Aunque este cambio no ha afectado en nada a la calidad y esencia del bar.
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