José González Brito es un hombre meticuloso que disfruta hacer las cosas a lo grande. Inauguró un bar totalmente independiente, en el que sobresalen los jamones ibéricos y quesos locales. El establecimiento está ambientado de manera elegante, con mesas que combinan en tonos con la decoración general. En el comedor principal del local, se encuentra una parrilla de leña, empleada para asar carnes seleccionadas de buey, cordero y solomillo de calidad, las cuales son elegidas personalmente por González Brito. También se sirven pescados frescos locales y bacalao preparado con diferentes salsas. Entre los entrantes, destaca su ensalada de cogollos con vinagreta, que es bastante singular. Los platos con verduras también son ofrecidos, bien sean a la plancha con ibéricos o en otras modalidades. Resultan ser dignos de degustar los creps rellenos. En la lista de postres, resaltan el arroz con leche quemada y el helado de guayaba casero. El bar cuenta, además, con una bodega altamente seleccionada.