Esta tasca de solvente propuesta no es sólo un paraíso para los amantes del vermú, donde encontrará todas las referencias imaginables, sino que también ofrece una propuesta gastronómica muy interesante. Al frente de la sala está José Miguel Sánchez, y liderando los fogones su socio, amigo de la infancia y fiel compañero, Arístides Santana. Ambos han logrado situar a La Marillanos como uno de los lugares de culto para disfrutar y compartir, donde el buen rollo y el ambiente cálido contagia a unos comensales que saben lo que van a encontrarse aquí: ropa vieja, la tortilla de chorizo de Teror, las albóndigas... y, por supuesto, la tarta de queso.
Para acceder a todos los datos relacionados con la empresa, por favor, haz clic aquí.
Publicidad