Si pensamos en arroces en la capital, automáticamente se nos viene a la mente el icónico restaurante El Arrosar, que fue inaugurado en 1988 por Rafael Pulido como El Anexo de la Casa de Galicia, con cocina gallega pero especializado en arroces. De hecho, mucha gente lo sigue conociendo y llamando con ese nombre original, el que le dio la merecida fama que atesora. Una vez dentro, el comensal puede disfrutar tanto en la barra como en su confortable sala, así como de la generosa bodega y de la gran variedad de arroces que ofrece. Más de 14 referencias, entre arroces y fideuás, (secos, melosos, caldosos...), además de una oferta mediterránea muy solvente.












